Buenas desde Cracovia!!
Aquí seguimos dando guerra a todo
polaco/a que se pueda :P Hemos tenido unas semanas para adaptarnos y
aún nos queda un poco por terminar de hacerlo, pero lo
conseguiremos. De eso estoy segura. Ya lo publiqué en mi perfil
privado de Instagram y Facebook: “La vida es dura pero nosotras lo
somos más” :)
Bien, pues vamos al lío! Os traigo una
nueva entrada del último libro que me he leído, de un título
espectacular, que ya habréis visto: NO CULPES AL KARMA DE LO QUE TE
PASA POR GILIPOLLAS. Y en cierto modo tiene una razón pasmosa! Jaja
El libro me lo he leído esta vez en mi
Ebook. Aunque prefiero libro en formato tradicional, no me puedo
traer toda mi biblioteca a Polonia! Jaja
Este libro lo descubrí paseando por La
Casa del Libro viendo qué libros me gustaría leer (he de confesar
que esta librería, o cualquiera, son mi perdición; casi siempre
acabo cayendo y compro algún libro, y siempre me apunto títulos de
los que me gustaría leer...imaginaros la lista que tengo!). Y cuando
me acabé el anterior, me decidí por este por su título. Y no me ha
pasado como “La invención de la salchicha al curry” (gran
título, libro mediocre): este no ha defraudado para nada.
El argumento trata de una chica llamada
Sara, de profesión plumista (ya descubriréis qué profesión es si
leéis el libro :P), que habla de su vida actual y de su historia de
amor. Estudió la carrera de Químicas, pero al terminarla, decidió
que quería comenzar un negocio, en el que la precedió su abuela
paterna. Cuenta al principio del libro que de adolescente estaba
enamorada hasta el tuétano de un compañero de su Instituto, Aarón,
y en el mejor momento, él desapareció de allí, de su vida y
parecía que de la faz de la Tierra. No volvió a saber de él.
Obviamente ella hizo su vida y conoció a su actual novio, Roberto. Y
lo que ella pensaba es que tenía la vida casi resuelta, no como su
hermana de 20 años, que estaba empezando su carrera de modelo, aún
una cría. Lo que ella no sabía es que pronto todo le iba a dar un
vuelco. Y hasta ahí puedo contar!
A mí me ha parecido un libro
increíble. A lo mejor es una lectura típica para chicas, pero no es
una novela como las clásicas de amor. Supongo que como lo ambienta
en un momento actual, y no todo es tan ideal como en las películas
de Hollywood (¡qué daño ha hecho! Esas, y Disney), que todas y
todos tenemos problemas, que a veces no se pueden resolver y otras,
la mayor parte de los casos, tienen solución, a corto o largo plazo.
No sabemos qué nos depara el destino, pero, tal y como reza el
título, no culpemos al Universo, o a quien queramos culpar, de lo
que nos pasa, porque los únicos que tomamos decisiones somos
nosotros, por mucho que nos guste quitarnos las culpas y hacernos las
víctimas. Que todo pase por algo es una cosa, y otra es que ese todo
lo dejemos en manos del Karma. Los que mandamos somos nosotros. Como
decía el poema de Invictus: “Soy el dueño de mi destino,
soy el capitán de mi alma”.
Y oye, ¡que me he puesto filosófica!
El caso es que el libro es bueno. A mí me ha gustado mucho.
Sólo tengo dos pegas, y más que nada
son pegas que me han dolido profesionalmente. El novio y el padre de
la protagonista, Sara, son arquitectos. Vale, hasta ahí genial.
Compañeros de trabajo. Pero...que la autora atribuya la fiesta
universitaria por excelencia, San Cemento, a los de Arquitectura, y
que en el libro, los arquitectos sean los que más saben de
estructuras, y que no llamen a un aparejador, me toca la moral y
mucho. Pero quitando eso, una maravilla de libro ^^
Recomendado al 80%!! (No lo recomiendo
al 100% por lo de los arquitectos y los aparejadores...hay cosas que
duelen)
Hasta la próxima!! Besos y abrazos
desde las frías tierras ya, del Este Europeo!
Casandra.