domingo, 13 de abril de 2014

"El psicoanalista" de John Katzenbach

Las palabras que mejor lo definirían son: agobiante, sencilla, absorbente.
Que no os haga pensar mal la palabra agobiante, porque con ello tan sólo me refiero a que llega un punto en el que te desesperas, estás leyendo y te tiras de los pelos exclamando “¡Dios mío, pobre hombre!”

La trama: el doctor Starks recibe una carta en la que se le anuncia que tiene dos opciones: averiguar el nombre del autor de dicha carta o suicidarse en quince días. Y si no, un familiar muere. Sencillo, ¿verdad?

Pues durante toda la novela vemos ese estilo ligero que tanto adoro pero sin que falten tecnicismos. Esto le da muchos puntos porque no nos vamos a encontrar un lenguaje enredado, en medio de una trama que no entiendes. Y eso está muy bien.

Por otro lado, en cuanto a la trama, ¿qué puedo decir? A mí me ha gustado. No es una enredadera de personajes que conectan entre sí al estilo Dan Brown (que no tiene nada de malo para mi gusto, en general me gusta que todo esté conectado). Pero tiene una cosa que me ha encantado: el final. ¿Por qué soy tan pesada con los finales? Porque soy una anti-finalesfelices, anti-finalessinsentido, anti-finalesnoreales. Si escribes un libro porque en tu cabeza tienes una buena trama, no la jodas con el final. Digo yo.

Hoy no estoy inspirada para dar muchas opiniones como se puede notar en mis repeticiones de vocabulario, así que en general diré: muy buen libro, exquisito. El ejemplo de cómo crear arte escribiendo.

Nota 5/5


Cris

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