Este libro lo leí cuando tendría alrededor de 13 años y a
penas recordaba unas pocas escenas, las suficientes para tener en muy alta
estima a Marian Keyes. Me ha dado por releerlo y por esta vez no voy a hacer resumen
porque con la crítica ya se intuye de lo que va.
La historia está narrada en tercera persona (después de
tanto tiempo leyendo en primera me ha resultado hasta raro), pero siempre desde
la perspectiva de las mujeres, apenas hay comentarios sobre lo que sienten los
hombres que aparecen. Con esto ya digo que las protagonistas de la historia son
femeninas, lo que nos lleva a pensar que es un libro para mujeres y yo
considero que es cierto. Si un hombre lee esto seguramente se aburra.
A medida que vas leyendo te apetece seguir leyendo por la
cantidad de diálogos que lo hacen ameno, pero no es un libro que enganche por
su trama.
Hay un pequeño detalle que no me ha gustado y es que muchas
veces se repite. En mi opinión, las repeticiones son buenas a veces mayoritariamente
porque te hacen reír. Pero cuando no tiene un propósito, me hacen pensar que a
la autora no se le ocurría otra palabra y le daba lo mismo haber empleado el
mismo sustantivo dos veces en el mismo párrafo. Con esto no quiero decir que no
hay que emplear dos veces la misma palabra, si no que si esa palabra es poco
común o específica para una frase, yo considero que repetirla al poco tiempo
queda bastante mal. Repito: en mi opinión.
Lo que más me ha gustado ha sido la personalidad definida de
los personajes, que con el tiempo evolucionan. Lo malo de la evolución es que
es surrealista. Y los acontecimientos que se suceden al final también son un
poco surrealistas. No me lo esperaría de una autora moderna.
Poco más he de decir. En general es un libro normal,
que podría recomendarlo a alguna de mis amigas para una lectura amena.
Nota 3/5
Cris
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