Parodia de la famosa trilogía, esta novela breve (leída en
un día) nos cuenta las diferencias entre el mundo real y el mundo de ficción
que contiene al hombre perfecto que todas adoran (Grey).
La encontré de casualidad buscando algo que leer y la verdad
que, después de alucinar porque “50 Sombras de Grey” haya llegado a ser un
BestSeller, con lo BAZOFIA que es, me dije que tenía que leerlo.
La pintaban
muy bien, muy graciosa, y bueno, no ha estado mal, en alguna ocasión he
sonreído ante las situaciones que cuenta, pero no he llegado al grado de
“divertidísimo” que aseguraban por las webs. La mayor parte del tiempo me
parecía innecesariamente pedante.
Sí es cierto que tiene un par de detalles que me han
encantado: uno es cuando la autora menciona “la diosa que llevo dentro”. Me
partí de risa porque quizás no esté escrito con intención de criticar esa
expresión, pero yo sí que me lo he tomado así: un guiño a la tan famosa frase
que se repite constantemente en el best seller (constantemente quiere decir
absolutamente todo el rato). El otro detalle es una de esas cosas que lees y
asientes con la cabeza lentamente con una sonrisa de “por fin alguien se da
cuenta”: nuestra autora nos señala que en 50 sombras, si algo se tiene que
resolver de algún modo… ¡tachan! Aparece el dinero y listo. Como bien dice
ella, es muy fácil resolver los conflictos literarios con dinero, porque total,
como es una novela… +10 para Rossella Calabrò.
Lo recomiendo fundamentalmente porque es tan breve que por
leerlo no pierdes nada, y gusta tanto a las fans de Grey como las no fans.
Quizás a las fans les haga darse cuenta de por qué el libro no termina de
convencer a muchas.
Nota 4/5
Cris
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