sábado, 1 de marzo de 2014

Fin de semana en Burgos

La ciudad de Burgos se encuentra a poco más de dos horas del centro de Madrid, lo que lo convierte en una sugerencia para pasar un fin de semana.

Mi experiencia comienza con una oferta de una casa rural en Solarana: La Casa de la Abuela Petra.
Mi acompañante y yo nos decantamos por este lugar por su ubicación, precio y el resto de buenas opiniones de otros viajeros en internet. Y efectivamente acertamos de pleno.

La casita se encuentra en el típico pueblo de Castilla, donde reinan la tranquilidad y esa oscuridad que a los habitantes de ciudad nos aterra de noche pero a la vez nos maravilla por permitirnos contemplar las estrellas que hemos perdido por el centro.

La casa, a pesar de estar rehabilitada (lo que significa que todo está nuevo) conserva su encanto de casa de pueblo antigua, donde te sientes como si fuera tu casa enfrente de la chimenea, subiendo y bajando escalones de madera o sentándote a jugar a juegos de mesa en una tarde fría.

Con la oferta nos entraba una cena y dos desayunos y tengo que admitir algo: en mi vida había probado la sopa de ajo porque no me llamaba la atención, no me gusta la morcilla y en general las manzanas asadas no me atraen, pero curiosamente ese día me lo cené TODO (y no por cuestión de hambre, si no porque estaba riquísimo). Pero más me gustó la presentación del desayuno al día siguiente. No voy a explicar en qué consistía para dejaros con las ganas.

Por lo demás ya he dejado una opinión en clubrural.com sobre lo que me ha parecido la limpieza, las instalaciones y trato de la dueña, que adelanto que ha sido EXCELENTE.

Y si ya os he convencido, estupendo, porque muy cerca se encuentran varios lugares que visitar: Lerma, Santo Domingo de Silos, Covarrubias y por supuesto Burgos.
Mención aparte merece el Desfiladero de la Yecla. Llegando a Santo Domingo de Silos hay que desviarse un poco para llegar a unos túneles donde se puede dejar el coche apartado y visitarlo (obviamente todo esto gratis). Es lo que más me ha gustado de lo que he visto y eso que yo soy muy de ver monumentos, más que naturaleza, pero pasar a través de rocas altísimas que gotean agua, sobre un río y pensando que en cualquier rincón podría haber aves rapaces era maravilloso. Creo que podría decir que es la versión española de las cataratas de Trümmelbach, en Suiza.


Del resto de sitios no puedo decir más que cualquier oficina de turismo, que lo explican mucho mejor y te dan un planito gratis, así que… ¡a viajar!
Cris

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